Américo
Silva nace el
16 de marzo de
1933 en Campo
Alegre, población cercana a
Aragua de Maturín, capital
del otrora Distrito Piar
del estado Monagas.
Con
apenas 12 años, toma una trascendente
decisión: dejar la escuela
para poder trabajar. Encara la subsistencia con
firmeza y dignidad. Trabaja de
bedel en el
comedor escolar de Aragua
y luego como vendedor de
productos del campo en
los portones de las
compañías petroleras de
Caripito y Jusepín.
Así, desde muy
joven, enfrenta la desigualdad
social, la dominación
extranjera y la
necesidad de cambiar
tal realidad.
Para
1953, con 20
años, lucha contra
la dictadura de
Pérez Jiménez, en San
Félix y Ciudad
Piar, estado Bolívar.
También en Aragua
de Maturín, donde es
perseguido por la
Seguridad Nacional. A los
23 años vive en
San Félix y
es miembro de
la resistencia clandestina
de trabajadores. Al iniciarse
la industrialización del
hierro trabaja como conductor de
ferrocarriles de la
Orinoco Mining Company,
OMC. Allí siente, con
mayor fuerza, la
explotación capitalista y la
discriminación hacia la
clase obrera.
Junto
a otros trabajadores
progresistas fomenta las
ideas revolucionarias,
defiende y organiza
a los obreros
para rescatar el Sindicato del
Hierro, bajo el
dominio de los
intereses patronales. Esa lucha
se extiende hacia
la defensa de
las familias campesinas
del Cerro de La
Parida, hoy Cerro
Bolívar, desalojados por
la OMC y la
Guardia Nacional.
Posterior a la división de Acción Democrática
(AD), Américo Silva figura entre los fundadores del Movimiento de Izquierda
Revolucionaria (MIR). A partir de ese momento, se dedicaría a tiempo completo a
la lucha revolucionaria. En años posteriores, desempeñaría un papel fundamental
en la primera etapa de la lucha armada en Venezuela, asumiendo diferente roles
dentro del movimiento.
Tras
la división del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), el
20 de enero
de 1.970 es fundado
el partido Bandera
Roja (BR), y Américo Silva
está entre sus
fundadores. Allí forma parte del
Comité Político Nacional
de Bandera Roja,
y es miembro de
la Comandancia del
Frente Guerrillero Antonio
José de Sucre.
La noche del
31 de marzo
de 1.972, la
muerte le sorprende en el Km. 27
de la
vía Pto. Ordaz - El
pao - San Félix, Estado
Bolívar. Cuando el enemigo
le monta una
emboscada. Esta vez
iba de visita
a una escuela
de combatientes que
estaba organizando en
la zona el
partido Bandera Roja (BR).
En su honor, el Comité Político Nacional acordó
que el Frente Guerrillero pasaba a llamarse “Frente Américo Silva (FAS)”, el
cual mantuvo sus operaciones hasta el año 1.994.
40 años han pasado ya de tu asesinato camarada
Américo, muchos hemos levantado la roja bandera de la revolución por la cual
entregaste tu vida. Rendirte honores y reivindicar tu ejemplo, lo entendemos
cómo luchar día a día sin abandonar el camino revolucionario que junto a ti
también emprendimos.
La lucha por el socialismo, por el socialismo
revolucionario, es la lucha por la cual Américo y muchos más entregaron sus
vidas. Lejos de la gran mentira a la cual nos ha tocado enfrentar en la
actualidad, quiénes pretenden utilizar a los verdaderos mártires de la
revolución Venezolana, para cocinar un engaño histórico contra el pueblo de
Venezuela.
Compartimos, además, un poema escrito por Américo Silva, en Diciembre de 1.970, en las montañas de Oriente, Venezuela.
"En las entrañas de mi tierra"
Germina en las entrañas de mi tierra
una intensa necesidad de lucha
que me ahoga.
Siento que mi sangre, de caminante errante
fluye con fuerzas
hacia mis venas rojas
salpica mi camisa y pantalon,
ensucia el pasto y todos los potreros...
Humedece la tierra erocionada
fertiliza la pampa, los bosques, las montañas...
y renace el amor
y la corriente del rio.
Sangre con sudor de negros
sangre con sudor de blancos
sangre de las venas rotas
sangre con sudor de pueblos...
sangre que fluye, que moja, que fertiliza y abraza
sangre que ahoga y asfixia
sangre que mata,
y da vida.
Sangre que ensucia avenidas, salones, clubes, cafetines
sangre que tiembla de miedo
sangre que salta de rabia
sangre que ciega a los ricos, y le da vista a los pobres
sangre de Venezolanos
sangre de los Guaicaipuros
sangre de los Trino Barrios...
Sangre de madres sin techos
sangre de niños, sin padres
¡sangre de los guerrilleros, que son revolucionarios!
una intensa necesidad de lucha
que me ahoga.
Siento que mi sangre, de caminante errante
fluye con fuerzas
hacia mis venas rojas
salpica mi camisa y pantalon,
ensucia el pasto y todos los potreros...
Humedece la tierra erocionada
fertiliza la pampa, los bosques, las montañas...
y renace el amor
y la corriente del rio.
Sangre con sudor de negros
sangre con sudor de blancos
sangre de las venas rotas
sangre con sudor de pueblos...
sangre que fluye, que moja, que fertiliza y abraza
sangre que ahoga y asfixia
sangre que mata,
y da vida.
Sangre que ensucia avenidas, salones, clubes, cafetines
sangre que tiembla de miedo
sangre que salta de rabia
sangre que ciega a los ricos, y le da vista a los pobres
sangre de Venezolanos
sangre de los Guaicaipuros
sangre de los Trino Barrios...
Sangre de madres sin techos
sangre de niños, sin padres
¡sangre de los guerrilleros, que son revolucionarios!
¡Honor y gloria al camarada Américo Silva!
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